miércoles, 18 de agosto de 2010

MI FOLIO BLANCO

Lo primero sería  empezar por decir por qué he decidido llamarlo mi folio  blanco,  muy fácil, porque es un reto. Para el escritor, para el dibujante, para el caricaturista, para el pintor... para cualquier persona, el folio  blanco es un paraíso virgen por explotar, un reto que conquistar, una aventura por vivir,, una vida que contar...
Todos, alguna vez en la vida, nos hemos enfrentado a un folio en blanco, a la mente en blanco con miles de ideas desordenadas que quieren salir en tropel,  pero al mismo tiempo que se quedan atrapadas sin salidas... En el mejor de los casos, sabes qué decir, pero no cómo hacerlo, no encuentras las palabras adecuadas,  la forma correcta de decir aquello que deseas expresar.
Hasta el siglo pasado uno de los medios de comunicación más utilizado era el escrito, quien no ha escrito una carta a un amigo, una tarjeta postal desde el lugar de vacaciones a los compañeros de clase... Dejábamos volar la imaginación, dábamos riendas sueltas al escritor que todos llevamos dentro y escribíamos largas cartas de amor llenas de poesía,  de encanto,  de amor... eran nuestros fieles reflejos de aquellos momentos, si estábamos alegres las cartas eran bellas, poéticas, llenas de besos, abrazos y recuerdos inolvidables; las que veían la luz en las horas bajas... esas eran tristes, cortas, grises, y con la tinta del bolígrafo corrida por culpa de alguna lágrima que se había escapado de nuestros ojos y caía sobre el folio...
Cuántas penas, secretos, alegrías, dichas y desventuras habrán vivido esos folios blancos mientras iban tomando vida con nuestras historias, si buscáramos en nuestro baúl de los recuerdos y sacáramos a la luz todas aquellas cartas seguramente correrían ríos de tinta tan caudalosos que darían para una novela, o al menos para un par de relatos cortos.
Esta noche antes de dormir enfréntate a la soledad de un  folio  blanco,  normalmente hacemos un balance "mental" del día, nos felicitamos o nos reprochamos por tal o por cual y prometemos que la próxima vez no actuaremos así, no lo hagas mentalmente siéntate ante  un  folio en blanco y habla con el, es buen amigo, sabe escuchar y nunca te dará malos consejos... y lo más importante: sabe guardarte el secreto.
No sé como saldrá esta nueva aventura, intentaré dedicarle algo de tiempo cada día,  unos habrá relatos, otros fotografías, alguna que otra vez seremos críticos literarios o de cine...  Hoy empiezo una nueva aventura, y esta vez no lo hago frente a mi folio blanco, sino frente al portátil.

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